Proceso de maquillaje profesional: paso a paso
A la hora de alcanzar el perfecto look de maquillaje, intervienen diversos factores: la calidad de los productos, los utensilios de aplicación disponibles, los efectos y resultados que se quieren alcanzar, la variedad de tonalidades, las necesidades específicas del/a maquillado/a en cuanto a gustos o alergias cutáneas... Sin embargo, otro de los más importantes y en el que queremos centrarnos hoy es el orden en que se aplican los productos durante el proceso de maquillaje profesional. El proceso de maquillaje profesional combina arte y técnica para realzar la belleza y expresar la creatividad del/a maquillador/a.
Limpia e hidrata la piel
En muchas guías definitivas sobre maquillaje encontrarás que el primer paso empieza directamente con la aplicación de productos de maquillaje, pero la realidad es que el proceso comienza mucho antes. Lo primero que se debe hacer es limpiar el rostro en profundidad, para asegurarse de eliminar cualquier resto de suciedad o impureza. De todos modos, es preciso llevar a cabo una limpieza suave y poco agresiva con el cutis, de manera que no queden rojeces o irritaciones en el rostro que puedan dificultar el proceso de maquillaje profesional.
Una vez limpia la piel, conviene realizar una buena hidratación, aplicando crema hidratante o sérum, según el caso. En ocasiones especiales como bodas u otros eventos, es posible aplicar tratamientos tipo flash para alcanzar un extra de luminosidad y efecto "buena cara". En este último caso, lo recomendable es aplicarlo con tiempo suficiente para que el producto penetre bien en la piel antes de aplicar los siguientes.
Aplica una prebase o primer
La aplicación de prebase o primer es un paso fundamental en cualquier proceso de maquillaje profesional destinado a crear looks en los que se necesita que estos aguanten durante muchas horas de manera impecable. Por ejemplo, en bodas, sesiones fotográficas o desfiles de alta costura.
Con la prebase, lo que se consigue es preparar la piel y cubrir algunas necesidades específicas que esta pueda presentar, como unos poros que están muy dilatados o si existen rojeces localizadas en puntos concretos del rostro. Este producto es muy importante además porque garantiza que el maquillaje dure más tiempo y tenga un acabado más natural.
Aplica la base de maquillaje
Un paso que no puede faltar en el proceso de maquillaje profesional es la aplicación de la base, que puede tener diferentes coberturas, desde ligera o ultraligera a de alta cobertura. Un aspecto crucial en la aplicación de esta es elegir la tonalidad adecuada, que no debe ser ni demasiado clara ni demasiado oscura, para prevenir efectos indeseados, y en la que ha de tenerse en cuenta el subtono de la piel del/a maquillado/a.
Para su aplicación puede emplearse el uso de esponjas o diferentes tipos de brochas de maquillaje, según la textura o el formato de la base, ya que esta puede ser líquida, compacta, de efecto crema o mousse... ¡Hay muchas opciones para elegir!
Utiliza el corrector
No es preciso emplearlo en todos los casos, pero, si notas que existen algunas imperfecciones a corregir, apuesta por el corrector. Los hay de muchos tipos: neutralizadores de ojeras, correctores de tonalidad, iluminadores, para rojeces, hipoalergénicos y diseñados para granitos o espinillas... Además, también es posible encontrarlos en diferentes formatos y pueden aplicarse con esponja, pincel, brocha o incluso con las yemas de los dedos, para un resultado más natural.
Fija la base y el corrector con polvos traslúcidos
Después a aplicar los productos anteriores, llega el momento de fijarlos y eliminar cualquier posible brillo indeseado. Para ello, lo mejor es aplicar polvos traslúcidos o polvos de plátano, muy populares en la última década. Lo ideal es que no modifiquen demasiado el tono original de la base, y que tan solo sirvan para dar un acabado más mate o más jugoso, según el efecto deseado.
Realiza el contorno, iluminador y rubor
Jugar con las luces y las sombras del rostro es una técnica que se conoce como contouring y que ha ganado muchos adeptos en los últimos años por su capacidad para disimular defectos y destacar los elementos más bellos y armónicos del rostro. Para alcanzar el resultado buscado se emplean polvos de sol, polvos bronceadores e iluminadores.
En este punto también es cuando se aplicará el rubor o colorete, que puede tener todo tipo de tonalidades, desde malva intenso a un sonrosado tono melocotón, y comercializarse en diversos formatos, desde crema o líquido hasta polvo. Sirve para dar un tono saludable y jugoso a mejillas y puente de la nariz, sobre todo.
Rellena y da forma a las cejas
En cuanto a las cejas, lo más común es rellenar las pequeñas calvas con lápiz o rotulador de cejas, así como peinarlas hacia arriba con un cepillo específico. También es habitual el uso de fijador de cejas en formato gel, para que el efecto dure lo máximo posible.
Aplica sombra de ojos, delineador y máscara de pestañas
El mundo del maquillaje de ojos ofrece efectos sorprendentes y muy variados. Desde alargar la mirada hasta hacerla destacar sobre el resto de los elementos, las posibilidades son infinitas. En esta fase del proceso de maquillaje, se aplica la sombra de ojos, el delineador y la máscara de pestañas, preferiblemente en este orden para una mayor comodidad.
También es frecuente utilizar herramientas como rizadores, pinceles y esponjas para lograr un acabado más preciso, profesional y llamativo.
El último paso del proceso de maquillaje profesional: labios y fijación
Al término de este proceso nos enfocamos en otro punto destacado del rostro: los labios. Aplicando delineador de labios, pintalabios y gloss en varias tonalidades es posible crear efectos alucinantes, como ensanchar la sonrisa, hacer que un labio parezca más prominente o marcar el arco de cupido para un efecto más glamuroso.
Como toque final, es recomendable rociar sellador de maquillaje en formato spray para sellar los productos y asegurar que dure más tiempo. Además, muchos incluyen ácido hialurónico y otros componentes beneficiosos para la piel que ayudan a que este permanezca hidratada y cuidada durante horas
El último paso del proceso de maquillaje profesional: labios y fijación
Al término de este proceso nos enfocamos en otro punto destacado del rostro: los labios. Aplicando delineador de labios, pintalabios y gloss en varias tonalidades es posible crear efectos alucinantes, como ensanchar la sonrisa, hacer que un labio parezca más prominente o marcar el arco de cupido para un efecto más glamuroso.
Como toque final, es recomendable rociar sellador de maquillaje en formato spray para sellar los productos y asegurar que dure más tiempo. Además, muchos incluyen ácido hialurónico y otros componentes beneficiosos para la piel que ayudan a que este permanezca hidratada y cuidada durante horas..
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